Principio del lavado
con ultrasonidos
Pulido y desengrasado por ultrasonidos
La cavitación
Muy brevemente, el principio de lavado con ultrasonidos para el pulido consiste en la creación de ondas (vibraciones) de alta frecuencia en una cuba que contiene agua con detergentes.
Para obtener esto en las paredes o en el fondo de una cuba de acero inoxidable se aplican, en estrecho contacto con el acero, transductores PZT (piezoeléctricos-electrostrictivos), los cuales se hacen vibrar a una frecuencia de 33.000 Hz. o más por un GENERADOR.
Las vibraciones generan en el líquido ondas que se propagan en todo el volumen de la cuba y llegan a la superficie de las piezas que limpiar.
Estas ondas tienen una evolución sinusoidal, esto es, alternan una fase (semionda) de compresión y una de descompresión.
Durante la semionda de descompresión se forman microburbujas de vacío (CAVITACIONES), las cuales en la siguiente semionda de compresión implosionan instantáneamente alcanzando presiones medidas de hasta 1000 bares.
Este fenómeno, bien conocido en hidráulica, crea una acción mecánica de triturado de cualquier tipo de suciedad a nivel molecular.
Lo que es interesante para el lavado es que las cavitaciones afectan también a las partes internas de las piezas que tratar, las más ocultas, que no se pueden alcanzar con otros sistemas. El resultado que deriva de ello es absoluto e incomparable respecto a otros sistemas de pulido, como la pulverización, la sacudida, la centrifugación u otros.
La energía para esta acción mecánica es suministrada por un generador, por lo que una instalación clásica estará formada por los siguientes elementos:
GENERADOR + TRANSDUCTORES + CUBA
Por qué el lavado con ultrasonidos
Repetimos que las ondas generadas tienen una evolución sinusoidal, por lo que alternan semiondas positivas y negativas: en la fase positiva (compresión) la suciedad se exfolia, desmenuza y pulveriza y en la fase negativa (descompresión) es reabsorbida y se aleja de la superficie de la pieza.
El líquido de lavado (agua con detergente y por lo tanto con baja tensión superficial) llega incluso a las partes internas de la pieza que tratar y junto al líquido llegan los trenes de onda antes indicados.
Las partes más internas, ocultas e inaccesibles, se ven afectadas por los ultrasonidos.